Los de Ancelotti vencen al Celta de Vigo gracias al balón parado y a un Modric estelar que dejo magia para rato en el Bernabéu
El Santiago Bernabéu acoge la vigésima octava jornada de Liga con un homenaje a sus jugadores de baloncesto tras conquistar la 29º Copa del Rey. Modric, la gran novedad dentro del once. Y no defraudó. El croata fue titular en el Bernabéu dos semanas después del golazo con el que dio la victoria contra el Sevilla. Ancelotti hace cuatro cambios respecto al once de Champions con el objetivo de ampliar ventaja en la competición liguera. Rafa Benitez volvió a la que fue su casa con una situación complicada con el Celta de Vigo que no consigue levantar cabeza y se complica la permanencia en su año del centenario. Además, Vinicius continua amistado con el gol y Güler se sumó a la fiesta de goles en el Real Madrid.
Vinicius, en su momento más dulce con el gol
Ancelotti afrontaba otra jornada más de Liga. Esta vez con rotaciones en el once para hacer la ausencia de Jude Bellingham menos notoria. El Real Madrid salió mordiendo desde el inicio con una presión muy alta bajo la gran varita de Luka Modric. El 10 blanco distribuía el juego de su equipo al son de los cánticos del estadio. Muchos córners a favor de los blancos. Insistir por banda derecha, la misión del Madrid. Mientras, el Celta de Vigo pisaba el Santiago Bernabéu tímido y sin opciones para lucir su juego debido a la presión blanca. Esa presión llevó a los locales a un saque de esquina tras otro. Y así llegó el primer gol.
El Real Madrid golpeaba primero después de avisar con varias interacciones con la portería de Guaita. Modric puso el esférico a la cabeza de Rüdiger pero Guaita evitó el 1-0 en primera instancia. El rechace cayó a las botas de Vinicius, que se volvió a topar con el portero del Celta, pero a la segunda sí la mandó al fondo de la portería. El brasileño sigue de dulce y con el gol de su parte. Por su parte, los celestes intentaba reaccionar con balones en largo buscando a Larsen pero sin éxito.
Antes del descanso, los visitantes iban a tener la oportunidad de una peligrosa falta lateral. Le señalaron infracción a Camavinga sobre Fran Beltrán y el Bernabéu reaccionó con una pitada que hizo temblar el estadio. Con esa acción, el Celta llegó a acariciar la igualada en la última antes del entretiempo, en un cabezazo claro de De la Torre en el segundo palo a una falta lateral de Aspas, libre de marca, que se fue por encima del larguero. Mucho por decidir en los segundos 45 minutos.
El Real Madrid se desata mientras Modric brilla
Ambos equipos saltaron al terreno de juego con los mismos protagonistas. El Celta de Vigo, por su parte, más ordenado y con intención de buscar el gol temprano que les metiera de nuevo en el partido. Sin embargo, el Real Madrid era dueño y señor del esférico y no daba opciones a los celestes. El primero en mover ficha fue Rafa Benítez para darle frescura al centro del campo. Poco después Ancelotti cambiaría a Rodrygo por Joselu. Continuaba atacando el Madrid manteniendo el ritmo del partido y beneficiándose del balón parado. Así fue como llegó el segundo. El Real Madrid logró el tanto de la tranquilidad. Y, de nuevo, a balón parado. Además, con Rüdiger de protagonista. Un poderoso cabezazo del central alemán, que estrelló el esférico contra el travesaño, pero rebotó en la espalda de Guaita hasta dos veces hasta entrar en la portería.
Los blancos estaban en sintonía y Modric brillaba en un partido estelar. Tras su gran actuación el técnico italiano decidió darle descanso y el público respondió con una gran ovación para el croata. El equipo de Ancelotti resultó mucho más activo por la derecha con Lucas Vázquez, uno de esos ejemplares fijos discontinuos que han hecho carrera en el Madrid con todos los entrenadores a base de quejarse poco e implicarse mucho.
Güler se estrena como madridista
El partido comenzó a decaer. Puso de su parte un Celta más atrevido, especialmente con la entrada de Allende y Cervi, pero contribuyó más el conformismo del Madrid. A la alta presión blanca se le sumó las esporádicas contras del Real Madrid. El tercer tanto, testimonial en propia meta, de Carlos Domínguez, acosado por Joselu. Y en el descuento, un joven Arda Güler hizo su primer gol con el Madrid. Tras recibir un gran pase de Ceballos, sentar al portero vigués y marcar a puerta vacía con un serenidad que no va con su edad. El turco se sumó a la fiesta de goles en el Bernabéu y cerró una noche de domingo perfecta para los blancos.