El Real Madrid patina en Europa y los griegos provocan la primera derrota en casa. Los de Chus llegaban con la baja de Rudy Fernández pero con el pívot de moda Poirier y un enchufado Facundo Campazzo
El Panathinaikos abre el marcador en un ajustado encuentro donde los blancos llevan 12 victorias consecutivas frente a los griegos desde 2015. Mucha presión en defensa por parte de los visitantes para dificultar el ataque a los de Chus Mateo. Los gran protagonistas del primer cuarto fueron Campazzo con cuatro asistencias y Yabusele que con nueve tiros. El primer parcial dejaba el electrónico con 24-18 a favor de los locales que plantean un partido serio para seguir primeros en Europa. Por otro lado, los griegos apenas dejaron lucir su juego salvo Lessort anotando un par de tantos que dejaban a los suyos vivos en el marcador.
En el segundo cuarto el Real Madrid dejaba escapar muchas oportunidades que fueron aprovechadas por los griegos. Los jugadores de Chus Mateo no encajaban dos pases seguidos mientras que el Panathinaikos liderados por Lessort se ponían por delante en el marcador. Muchos desajustes en la defensa blanca donde los del quinteto griego sacaban ventaja. Bajo la táctica de una defensa en zona, el Panathinaikos complicaba los disparos debajo del aro de los blancos. Los visitantes plantaron cara con un parcial de 12-27 y se iban al descanso con nueve puntos de ventaja.l juego local se descomponía por momentos. Los de Chus Mateo entraron en una espiral autodestructiva de pérdidas que desembocó en varios puntos de ventaja de los griegos.
Tras el descanso los de Chus Mateo salieron enchufados y muy concentrados en empatar el encuentro. Sin embargo, un Lessort que llegó encestar 20 puntos dejaba sin opciones a los blancos. En un suspiro, 4:10, sellaba la remontada: 52-50. El duelo recomenzaba. Y lo hizo con otra carga de Lessort y de un Nunn que cerraba el tercer acto con un triplazo sobre la bocina: 61-67.
En el tercer cuarto, con 74-75, Sloukas redondeó con un triple, dos tiros libres y otra canasta de tres. Una brecha para el Real Madrid que fue como darles una mochila con hierro a cada jugador. El electrónico señalaba 74-83 tras el buen hacer del Panathinaikos. Mientras, los blancos andaban faltos de empuje y concentración. Grigonis y Lessort remataron el éxito. El Madrid hincaba la rodilla en casa después de 13 victorias seguidas.