La resiliencia y la tenacidad, las claves de la carrera tenística de Kike Siscar para llegar a las Paraolimpiadas
La resiliencia es la capacidad de adaptación frente a cualquier circunstancia en la vida. Esa es la definición que se ajusta a la perfección al mejor tenista en silla de ruedas de la Región de Murcia. Kike Siscar, nacido en Torre Pacheco el 3 de mayo de 1983, busca su segunda participación en unos Juegos Paralímpicos tras cumplir su sueño en Tokio. En su vida, nada ha sido un regalo, es por ello que la constancia y el esfuerzo han marcado las pautas de su trabajo. El tenista, actualmente número 32 del mundo, siempre tuvo la fuerza mental para sobreponerse a cualquier adversidad y cumplir su sueño: ir a unos Juegos Paralímpicos. “Los sueños se cumplen”, fue la frase que dijo Siscar, un enamorado al deporte, al saber que estaba clasificado para unos JJ.PP por primera vez.
Un accidente marcó su vida
El viernes 12 de diciembre de 2003, con tan solo 20 años, mientras regresaba a casa tras recibir una clase en la Universidad de Murcia, donde estaba cursando la carrera Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas y de ver entrenar al Real Murcia CF, tuvo un accidente de tráfico ocasionado por un reventón en la rueda del coche que conducía. Este accidente le fracturó la médula espinal con una rotura incompleta en la zona L1-L2. Un accidente que dio un vuelco a su vida.
“Desde ese momento, y siempre rodeado y apoyado por mi familia y amigos, he conseguido llevar para adelante esta nueva vida que se me presentó de manera repentina con valentía, esfuerzo, superación y cariño diario”, cuenta Siscar. Además, compagina el deporte con su trabajo en One Telecom, una de las empresas del Grupo Corporativo Caliche. Esa última le proporciona todas las facilidades posibles para que él, un enamorado del deporte, pueda dedicarse a ello. “Les estaré siempre agradecido por el apoyo que me dieron desde el primer día para poder practicar mi pasión, el tenis en silla”, explica el murciano.
Tokio 2021 como punto de partida
Una pasión por el tenis que fue más allá de lo que Kike se pudiese imaginar. Hace cuatro años logró uno de sus sueños: ir a los Juegos Paralímpicos de Tokio. Una experiencia corta, pero intensa para el tenista murciano. A pesar de caer en primera ronda ante el cabeza de serie número 12, Takuva Miki, por 1-6 y 2-6, el murciano confesó que disfrutó “como un niño” la oportunidad de competir en unas Paralimpiadas. Además, no se tomó esta temprana derrota como un fracaso sino, todo lo contrario, como una vivencia que disfrutó al “cien por cien” según Siscar. Una competición que “ya solo con llegar es uno de los mayores sueños que tenía”, cuenta Jesús García Pardo, entrenador de Kike.
Cabe destacar que, como lo comunicó su entrenador, el tenista de Torre Pacheco es “un tipo humilde de club, de pueblo” e incluso en sus mejores sueños no hubiera imaginado competir en los Juegos Paralímpicos. “Soy un enamorado del deporte y creo que no hay nada superior a unos JJPP”, indica el murciano con ilusión.
Sin embargo, toda la ardua preparación pudo irse al traste pocos meses antes de la gran cita olímpica. En 2020, cuando viajaba a Mallorca para participar en un torneo, vivió uno de los episodios más complicados de su vida. La compañía aérea con la que viajaba rompió su silla de ruedas que tenía un valor de 12.000 euros. En ese momento, todo el esfuerzo por clasificarse para Tokio estaba en peligro. “Sentí mucha impotencia. Fueron meses muy importantes para la clasificación. Saber que no iba a disponer de mi silla de ruedas fue un hándicap muy duro de asimilar” cuenta Kike Siscar.
Un bache en el camino
Según relata García Pardo, “este episodio enfadó mucho a Kike que veía que toda la intensa batalla podía no valer nada por culpa de una negligencia. Eso le obligó replantearse por completo su rutina de entrenamiento”. Un problema en el camino del tenista que tuvo que reajustar sus entrenamientos. “Sin la silla no podía hacer nada porque son sus piernas realmente”, indica el entrenador.
Por ello, para no perder el tren a Tokio 2021, el tenista tuvo que cambiar sus hábitos y hacer mucho más trabajo “físico y mental”. Pero, por suerte, este episodio ocurrió en el mes de enero, un mes dónde los jugadores en silla solo tienen un torneo: el Australia Open. “Tuve suerte de que no había grandes torneos a la vista. De lo contrario, seguramente me hubiese afectado en la clasificación”, señala Siscar.
No obstante, fue mucho más complicado en los meses de febrero y marzo. A pesar de encontrar una nueva silla antes de lo previsto, hubo otro inconveniente. La falta de ritmo en el mundo del tenis puede jugar una mala pasada. “Se notaba que no tenía tanto rodaje como algunos compañeros y eso en el tenis pasa factura. Necesitaba ritmo y no lo tenía, me costaba mucho al principio y tenía miedo que afectase a mi rendimiento”, asegura el murciano.
París, próximo objetivo
Con la entrada de año, encontramos nuevos objetivos a la vista y, para Kike, uno de ellos son los JJ.PP que se disputarán en verano. El murciano está de nuevo inmerso en la batalla por repetir la experiencia en la competición más importante para un deportista profesional: los Juegos Paralímpicos de París 2024. Están a la vuelta de la esquina y representan el “gran objetivo” para el tenista murciano. “La verdad que estoy con muy buenas sensaciones, ya que el año 2023 lo acabé de buena manera y estoy muy motivado para este año que se presenta por delante”, asegura Siscar.
Por eso, con su entrenador, han estado preparándose para este evento durante 4 años. Desde el inicio de su colaboración con su entrenador, han trabajado en la elaboración de un programa adecuado para alcanzar esta gran meta. “Es un objetivo y creo que nunca me cansaría de acudir a un evento semejante”, señala. Aunque falta poco para el gran evento del año, Jesús García Pardo está seguro de que, “gracias al arduo trabajo y dedicación que Kike demuestra en su día a día estará presente en París”.