La polaca salvó tres bolas de partido ante Aryna Sabalenka para conquistar por primera vez el Máster 1.000 de Madrid, el único título en tierra que se le ha resistido
Una final de cine para los amantes del tenis. Iga Swiatek, número uno mundial, ganó a Aryna Sabalenka, número dos, por 7-5, 4-6 y 7-6(7), en 3 horas y 11 minutos. La final femenina más larga del Mutua Madrid Open en un duelo que se ha convertido en el nuevo Clásico del tenis femenino. La bielorrusa llevó el ritmo del encuentro pero la efectividad de la polaca hizo que el resultado cayera de su lado. La campeona salvó tres pelotas de partido, dos con 6-5 abajo en el tercer set, y una tercera con 7-6 en la muerte súbita.
Swiatek se adelanta en la final
La número dos del ranking WTA, y doble campeona del Mutua Madrid Open, frente a la número uno del mundo. Iga Swiatek (22 años) buscaba el título que le falta en su vitrina en Madrid mientras, al otro lado de la red, una Aryna Sabalenka (25 años) que se plantaba en la final, una vez más, sufriendo durante toda la semana y sacando casi todos los partidos en tres sets. Golpes planos contra golpes liftados, mentalidad fría contra puro nervio. Un duelo de máxima exigencia entre dos jugadoras con características de juego muy diferentes.
Ambas tenistas comenzaron perdiendo su servicio aunque rápidamente lo recuperaron. Sería en el 2-3 cuando Aryna Sabalenka tendría tres bolas de break para colocarse arriba en el marcador, y con el servicio a favor, pero la mentalidad fría de la número uno del mundo hizo que a la primera ventaja, Swiatek, cerrara el juego con el saque. Un servicio muy importante durante todo el primer set para las dos jugadoras que se colocaron 5-5 manteniéndolo. Hasta que Swiatek, a la segunda bola de break, logró romperle el saque a Sabalenka y colocarse 6-5 con saque a favor. Un momento complicado para la bielorrusa que restaba para llevar el set al máximo. Pero la polaca leyó muy bien su turno de saque y supo defenderlo para cerrar 7-5 la primera manga. Puño a su box y un set más cerca del título.
Sabalenka responde gracias a un break
Tras pasar por los vestuarios, las dos jugadoras regresaban a la pista con un nuevo set a la vista. Swiatek con arriba en el macador y muy sólida seguía metiendo bolas dentro sin fallar. Mientras, Sabalenka buscaba subir la pegada para desbordar a la número uno del mundo e igualar el partido. La bielorrusa salió mordiendo y manteniendo su turno de saque. Por su parte, la polaca no encontraba el ritmo y un despiste hizo que se colocará 0-2 abajo. Rápida y efectiva estuvo la número uno que rompió el saque de Sabalenka y plantó un contrabreak. La polaca, con su saque, logró recuperar el break y empatar el partido 3-3.
Un pequeño bajón de Sabalenka que aprovechó Swiatek leyendo muy bien el partido. No iba a quedar ahí el choque. La número dos del ranking WTA quería guerra en esta final de Máster 1.000 y mantuvo su saque poniendo el 4-3 en el marcador. Toda la presión para la número uno que fue a remolque durante todo el segundo set. Rugía Sabalenka en el estadio Manolo Santana porque hacía los deberes con su servicio (5-4) para después romperle a Swiatek y llevar el encuentro al tercer y definitivo set.
El tie-break decide la gran final
Lanzada y sin bajar el ritmo de bola, Sabalenka conseguía el primer juego del tercer set con su servicio. Por su parte, Swiatek hizo lo propio. Máxima igualdad entre las dos mejores jugadoras del circuito en un partido marcado por los pequeños detalles. La primera en dar un golpe sobre la mesa sería la actual campeona rompiéndole el servicio a Swiatek para colocarse 3-1 arriba. Pero el set iba siguiendo el mismo guión que el segundo set. La polaca, detrás por el marcador, colocaba el 3-2 y el saque a favor. Unos intercambios de cine entre ambas jugadoras pero el juego cae del lado de Swiatek que vuelve a empatar el encuentro. Las piernas de Sabalenka empezaban a bajar el ritmo y Swiatek aprovechó para empezar a mover de lado a lado a su rival.
Seguía la igualdad en la Manolo Santana con 5-5 en una final vibrante en Madrid. Finalmente, el desenlace se marchó al cara o cruz del ‘tie break’. Swiatek fue la que se tumbó sobre la arena en señal de triunfo en un partido que quedó para la historia del tenis femenino.